House on Kämpchensweg
Oswald Mathias UngersEl escenario primitivo de la arquitectura es el vacío, un espacio que hay que estructurar. La casa de Kämpchensweg parte de la confrontación entre tipo y geometría; es la trasposición arquitectónica de un lenguaje normativo, de una gramática reducida a sus mínimos términos. Y así, el terreno disponible se rodea de un seto de 3,5 metros de altura, que define un recinto verde de 30 x 20 metros, a la manera de un hortus conclusus. Dentro de éste se construye una plataforma de piedra blanca de 18 x 18 metros sobre la que se coloca un prisma de 12 x 16 x 8 metros. Esta caja pura y simple se manifiesta al exterior de la forma más austera posible: paramentos inmaculados, sin ningún tipo de relieve o decoración, y huecos cuidadosamente equilibrados en su tamaño y disposición, que se igualan ignorando su función como puertas o ventanas. Debido a su profundidad, los ocho vanos que se abren en cada una de las fachadas longitudinales actúan como verdaderos túneles o filtros de transición entre el interior y el exterior.
Las dependencias domésticas muestran la misma voluntad ordenadora. Partiendo de un módulo de 3,60 x 3,60 metros, la planta rectangular adopta una composición claramente tripartita, dibujada por seis muros perfecta- mente ortogonales. Al tradicional plano vertical compacto se añade uno nuevo, denomina- do 'muro de servicio', que adopta el grosor necesario para albergar en su interior la mayoría de áreas servidoras (desde los aseos o la cocina, hasta el ascensor que comunica las tres plantas de la vivienda). Tan sólo la piscina y la sauna se extraen de estos 'armarios' y se trasladan al sótano. Las cinco estancias funda- mentales de la casa se definen mediante cuatro paredes paralelas al lado corto del rectángulo, y de éstas las dos centrales se desplazan levemente hacia el perímetro del edificio para crear una zona de mayor superficie y doble altura, que es el núcleo principal y que alberga en los estantes de su biblioteca una colección de tratados científicos de los siglos XV a XIX. El ritmo que gobierna el espacio define también las distintas piezas del mobiliario...[+]