Construidas a raíz de un concurso internacional organizado por el Ministerio de Vivienda cuyo lema era ‘Hacemos Ciudad’, estas viviendas han debido atender a un entorno desestructurado con un presupuesto ajustado. La ciudad de Ceuta presenta un contexto urbano y social complejo, que se combina con una presencia continua del paisaje. En este sentido, la parcela del concurso, situada en Loma Colmenar, participa de ambas características por su cercanía a la frontera y a la barriada Príncipe Alfonso, mayoritariamente árabe e informal, y por su situación elevada y excelentes vistas sobre el mar de Alborán. La cercana barriada tiene un fuerte carácter mediterráneo caracterizado por la adaptación de su urbanismo de compactos cubos a la topografía, por el abundante uso de terrazas en cubiertas y por las callejuelas sombrías que la recorren. En contraste con esta zona, la reciente urbanización de Loma Colmenar incluía el nuevo Hospital Universitario, una estructura de grandes dimensiones que hacía necesario un mediador para establecer un diálogo con la barriada.

La propuesta ofrece una respuesta a lo anterior mediante un sistema espacial cuyos objetivos principales son la adaptación al entorno, la calidad de los espacios públicos y la creación de viviendas confortables con vistas atractivas y ventilación cruzada. Así, se ha creado una secuencia de espacios públicos con calles recogidas y plazas abiertas y peatonales. Se trata de pasajes organizados para propiciar el encuentro entre los vecinos, procurando ofrecer sombra y actividad comercial en puntos estratégicos. Por su parte, las terrazas colectivas se han diseñado en las cubiertas de los volúmenes bajos para crear pequeños ambientes de encuentro, que pueden ser transformados por los usuarios de cada terraza convirtiéndolos en espacios de juego, fiesta, relajación o culto.

Las torres se distribuyen formando un damero para garantizar las vistas y un soleamiento adecuado. Su apuesta por ser lo más compactas posible responde al objetivo de lograr profundidades mínimas, vistas múltiples y buena ventilación. Más del 90 por ciento de las viviendas son apartamentos de doble orientación en esquina, algo poco habitual en viviendas sociales. Para controlar el presupuesto de dicha operación todas las torres han sido moduladas siguiendo un esquema estructural en cuadrícula de 5,4 metros, lo que ha permitido grandes ahorros en forjados. Para adaptarse a la topografía, el conjunto se escalona utilizando una malla también en cuadrícula, en este caso de 16,4 metros.