Viaducto de Millau, Millau
Norman Foster 


Aunque a menudo se considera que los puentes pertenecen exclusivamente al campo de la ingeniería, la arquitectura de la infraestructura tiene un gran impacto en el paisaje. El viaducto de Millau, diseñado en estrecha colaboración con el ingeniero francés Michel Virlogeux, muestra cómo el arquitecto puede desempeñar un papel principal en el diseño de puentes. Al igual que el puente del Milenio sobre el río Támesis, su elegante forma estructural surge de la relación entre la función, la tecnología y la estética. Situado en Aveyron, al sur de Francia, la apertura al tráfico de este paso supone la prolongación de la autopista A75, solventando además los atascos circulatorios que había en la zona en el pasado y acortando en más de 100 kilómetros la ruta que une París con el Mediterráneo (París-Marsella-Barcelona). El viaducto cruza la generosa cuenca por donde transcurre el río Tarn, un espectacular desfiladero entre dos mesetas. Precisamente, diferentes lecturas de la topografía del lugar sugirieron dos acercamientos estructurales posibles: enfatizar el acto de cruzar el río; o expresar el reto de salvar los 2,46 kilómetros existentes entre las dos mesetas que flanquean el valle de la manera más económica y elegante. Aunque históricamente el río ha sido el generador geológico del paisaje, al ser muy estrecho en este punto concreto en el proyecto, se optó por la segunda lectura para proponer la solución estructural más adecuada. El puente es una estructura colgante con un perfil ligero y transparente. Su construcción batió varias marcas: tiene los mástiles más altos del mundo, es el puente destinado a tráfico viario más alto de Europa y reemplaza a la Torre Eiffel como la estructura más alta de Francia. El tablero del puente —formado por secciones de 342 metros— está sujeto por cables de acero y apoyado en siete gigantescos pilares de hormigón de 75 a 245 metros de altura. Por encima del tablero, los mástiles para la sujeción de los cables se elevan 87 metros. El diseño cónico de las columnas responde al modo en que una estructura de estas dimensiones se comporta, de forma que cada una de ellas se divide en dos más delgadas y flexibles con el fin de acomodar las enormes expansiones y contracciones del hormigón del tablero. Cada pilar está compuesto a su vez por dieciséis secciones, cada una de las cuales pesa 2.230 toneladas. Los cables se extienden en abanico desde el extremo de los mástiles hasta la franja de separación entre las dos calzadas de circulación. La estructura resultante genera una silueta espectacular además de suponer una intervención mínima en el paisaje.


Cliente Client

French Ministry of Equipment, Transport, Housing, Tourism and Sea

Arquitecto Architect

Foster + Partners

Ingeniero Concept Engineer

Michel Virlogeux

Colaboradores Collaborators

Chapelet-Defol-Mousseigne

Consultores Consultants

EEG —Europe Etudes Gecti—, Sogelerg, SERF (estructura structural engineering); Agence TER (arquitecto paisajista landscape architect)

Fotos Photos

Corbis; Ben Johnson / Foster + Partners; Sthéphane Compoint; 180° d’images; Thomas Riehle / Artur; Daniel Jamme / Eiffage