El proyecto de la nueva terminal del aeropuerto internacional de Kuwait propone aumentar significativamente la capacidad del actual aeropuerto con el propósito de establecer un nuevo centro aéreo regional en el golfo Pérsico. Estos objetivos estratégicos se materializan en un edificio pensado para proporcionar la mayor comodidad a los viajeros y crear un nuevo punto de referencia para los aeropuertos desde el punto de vista ambiental. El diseño se basa en la comprensión del lugar, dando respuesta a uno de los climas más calurosos de la tierra, e inspirándose en las formas, colores y materiales locales.

El proyecto se organiza en una planta con forma de trébol, compuesta por tres alas de embarque simétricas. Cada una de ellas tiene una longitud de 1,2 kilómetros de longitud y se extiende a partir de un amplio espacio central de veinticinco metros de altura. A pesar de la extensa superficie que ocupa el edificio, el diseño trata de ser legible a escala humana, utilizando pocos cambios de nivel y favoreciendo la simplicidad y facilidad de uso. Un ejemplo de ello es la elección de una cubierta única con aberturas acristaladas que filtran la luz y desvían la radiación solar directa. Esta cubierta se apoya en columnas de hormigón y se extiende más allá de los límites del edificio para dar sombra a una amplia plaza de entrada. Las formas orgánicas se inspiran en el contraste entre la solidez de la piedra y el perfil de las embarcaciones de vela tradicionales de Kuwait. La inercia térmica de la estructura de hormigón y la gran extensión de paneles fotovoltaicos incorporados en la cubierta son los principales factores por los cuales el proyecto aspira a convertirse en el primer aeropuerto en conseguir la certificación ambiental LEED Oro.

Basado en la cultura de la hospitalidad típica de la región, el diseño del edificio crea una calurosa acogida a los pasajeros a través de una elegante y memorable secuencia de espacios interiores, que incluye una zona de recogida de equipajes rodeada de cascadas de refrigeración de agua. El proyecto también cuenta con un nuevo acceso terrestre desde el sur. En torno a la terminal, el paisaje está formado por un exuberante oasis, con plantaciones de secano y especies autóctonas del clima del desierto que se extienden hacia el horizonte. Además del edificio, el equipo de Foster Partners ha diseñado un plan director que recoge la posibilidad de llevar a cabo futuras ampliaciones. En un primer momento, el aeropuerto prevé acoger 13 millones de pasajeros al año, que podrían llegar hasta 25 y 50 millones en un desarrollo posterior.