La nueva terminal es un centro intermodal tierra-aire de primer nivel por el grado de equipamiento tecnológico que posee, la amplitud de sus instalaciones y su capacidad y rapidez en el tratamiento de la carga. Para su definición arquitectónica se han empleado criterios normalmente reservados a otro tipo de edificios: dada su escala, uno de los primeros objetivos fue el de integrar la mayoría del programa en un volumen rectangular unitario de 193 x 85 metros —modulado estructuralmente según las distintas zonas operativas y los flujos del movimiento de mercancías—, en el que el protagonismo lo asume la cubierta. Teniendo en cuenta además que ésta es la principal edificación de la primera línea del frente de terminales del Centro de Carga del Aeropuerto de Barajas, se ha procurado también que la estructura y los materiales de cerramiento —panel de chapa lacada— tengan un carácter singular.

Así, se ha optado por diferenciar compositivamente la oficina de la nave con sus distintos almacenes automatizados. La cubierta —curvada a dos aguas para facilitar la evacuación de las aguas pluviales hacia las fachadas longitudinales— incorpora en su interior, formando un resalte en diente de sierra, el principal volumen de la terminal. Este resalte, amén de facilitar la iluminación y la ventilación en toda la parte central, permite configurar un frontispicio de gran altura sobre el que inscribir el logotipo de la compañía. En el resto de la cubierta se colocan una serie de lunetas de extracción de humos e iluminación, distribuidas según criterios de sectorización por incendios.

De esta gran cubierta se excluyen el volumen del almacén automatizado de ULD’s (grandes contenedores de aluminio para el trasporte aéreo) y parte del cuerpo de oficinas. El primero es un gran rectángulo que remata la parte noroeste de la edificación; y el segundo, cuya fachada principal exhibe el volumen adelantado del cuerpo de escaleras y ascensores, se configura como un hito de referencia desde la avenida central. La diferente modulación del panel de chapa de las fachadas contribuye a distinguir al exterior las diversas partes; como elementos complementarios aparecen grandes huecos translúcidos que proporcionan iluminación natural y dejan ver parcialmente la actividad del interior. Junto a las puertas del lado aire, en el lado tierra existen 27 de entrega de mercancías y un área con atraque en esclusa para vehículos blindados. La composición se anima con las marquesinas longitudinales metálicas que garantizan la protección en el transvase de cargas entre el interior y el exterior...[+]