Teatro romano, Sagunto

Giorgio Grassi  Manuel Portaceli 


Como tantos otros monumentos de la Antigüedad, el teatro romano de Sagunto fue expoliado en diversos momentos de la historia, y sus materiales y elementos arquitectónicos fueron utilizados en las construcciones de la ciudad y fuera de ella. Histórica y geográficamente vinculado al castillo, sufrió sucesivas destrucciones debidas a los avatares militares. A partir de la tercera década de nuestro siglo, se realizaron numerosas intervenciones de ordenación y reconstrucción de la fábrica romana. Aunque estas intervenciones se llevaron a cabo con el comprensible deseo de consolidar los restos, no es tan claro el criterio de reconstrucción seguido. Estos trabajos, de tipo mimético, no hicieron sino acentuar el carácter pintoresco, de ruina, del conjunto, llegando incluso a distorsionarlo. La ruina, a punto de desaparecer como arquitectura, había perdido su posibilidad de mantener la relación entre las diversas partes de la ciudad histórica.

La idea que ha guiado la intervención ha sido la restitución de la unidad entre el cuerpo escénico y la cávea, a partir de los restos arqueológicos conservados y de los descubiertos a través de las nuevas excavaciones. 

Planta a cota 8.30                                                                                     Planta a cota 13.70

Planta a cota 2.90                                                                                     Planta a cota 11.00

El teatro romano de Sagunto se presenta hoy rehabilitado, como ese edificio romano civil que, en la fusión jerárquica de sus partes principales —cávea y cuerpo escénico— viene definido en un volumen único que determina el paisaje urbano. El exterior muestra, recuperada, su relación con el paisaje para el que se construyó.

Una gran cubierta inclinada cubre en toda su longitud la nueva escena. En toda la intervención se ha dejado muy patente la diferencia entre las partes originales y las restituidas.

En cuanto a los criterios que ha guiado la intervención, se trataba, en primer lugar, de conservar, consolidar y poner en evidencia los restos auténticos y restituir —a partir de los estudios e hipótesis del equipo arqueológico— el espacio característico y único del teatro.

Sección por las escaleras

Sección por la escena 

Alzado norte 

Alzado oeste 

Sección longitudinal por la nueva cávea

Sección transversal

Alzado del frons scaenae

El elemento básico en un teatro romano es el frons scaenae, cuya restitución en relación con la cávea se hace indispensable para recuperar la tipología teatral. El criterio general que ordena el proyecto, basado en un proceso continuo de comprensión del edificio apoyado en las excavaciones, requería la elección de técnicas constructivas planteadas a partir de los datos aportados por la fábrica antigua. Así, se han utilizado materiales naturales y técnicas romanas, haciendo siempre evidente la diferenciación entre las partes originales y las restauradas. Se ha rehabilitado la cávea con la recuperación de su perfil mediante una concha de piedra superpuesta a la originaria. El cuerpo escénico es ya visitable en todas sus partes. Una ligera pasarela que no toca los muros del foso del escenario permite su reconocimiento, el paso entre ellos de la cloaca central, y su entrega en esas torres técnicas llamadas parascaenae, que flanquean el vacío del post scaenium, el espacio que albergaba el riquísimo frente escénico del teatro romano. 


Cliente  Client
Consejería de Cultura de la Generalitat Valenciana.

Arquitectos  Architects
Giorgio Grassi & Manuel Portaceli.

Colaboradores  Collaborators
J. J. Estellés (dirección de obra / site supervision); J. L. Dujardin, L. Meyer, A. Paredes, R. Duet (aparejadores / technical architects).

Consultores  Consultants
C. Martínez, E. Abdilla, A. Pérez, J. Monfort, E. Gil (estructura / structure); C. Aranegui, E. Hernández, M. López, A. Mantilla (arqueología / archaeology).

Contratista  Contractor
Dragados.

Fotos  Photos
Pepa Balaguer y Luis Vicén.