Ubicado en lo más alto del Paseo de la Alameda, el edificio cuenta con una posición privilegiada dentro del casco de la ciudad, desde la que contempla todo el paseo y el puerto pesquero de Tarifa. La parcela tiene una forma sensiblemente irregular con dos partes claramente diferenciadas. La mayor de ellas es de forma trapezoidal y era donde se desarrollaba la sala y la escena del antiguo teatro. La otra es más alargada y de menor tamaño, está unida a la anterior de forma casi perpendicular, y es donde se encontraba el vestíbulo de público del antiguo teatro con la entrada desde la calle Colón.

La intervención realizada permite que en el nuevo teatro se puedan desarrollar toda clase de manifestaciones culturales, ya sean obras de teatro, obras musicales, cine, conferencias, etc... Para ello ha sido necesaria una total renovación del edificio, comenzando por la actualización tanto morfológica como técnica de la escena, que se ha ampliado hasta tener un fondo de ocho metros. Asimismo, para que todos los espectadores gocen de buena visibilidad hacia la escena se ha modificado la forma de la sala, en la que un graderío dispuesto en un solo plano inclinado va aumentando su pendiente a medida que se va alejando de la escena. En la parte alta de este graderío se sitúa la cabina de control de sonido e iluminación.

En cuanto a los espacios de apoyo, era necesario crear unos camerinos adecuados con sus servicios correspondientes, una torre de escena, un vestíbulo y zonas de público que permitieran que el edificio se configurara como lugar de encuentro y de escaparate social. La privilegiada situación del edificio en el casco urbano de Tarifa y su posición tangente a la muralla medieval de la ciudad han llevado a situar la entrada de público desde el Paseo de la Alameda. En el vestíbulo acristalado y forrado de lamas de acero cortén aparece parte de la muralla medieval, y puede considerarse como el espacio culminante del paseo. Durante la construcción aparecieron restos de la muralla nazarí de la ciudad, que se han integrado en el edificio para que puedan ser visitados. Por otro lado, la entrada de personal y artistas se efectúa desde la calle Colón, a través de un acceso más reservado.

El aspecto exterior del teatro es el de un volumen blanco y brillante, que carece de todo elemento superfluo y contrasta intensamente con el naranja de los elementos de acceso de acero cortén y con los paramentos desgastados de las murallas. Se trata, en definitiva, de la contraposición entre el blanco intemporal y abstracto, y el acero y la piedra, sometidos al inevitable desmoronamiento del tiempo.