Durante décadas, la ribera del Guadalete a su paso por el municipio gaditano de El Puerto de Santa María ha sido un espacio caótico y degradado. Sin embargo, un ambicioso proyecto urbano y paisajístico busca revertir esta situación, transformando el entorno fluvial en un eje social, cultural y ecológico.

La propuesta, que toma como hilo argumental la memoria del agua en la ciudad, plantea un recorrido de 1.700 metros que entrelaza distintos espacios con valor histórico, especialmente el tramo del Parque Calderón de 1895, un paseo urbano sobre una antigua zona insalubre. Allí se conservan vestigios del Puente de San Alejandro, que se integran ahora con respeto patrimonial.

Uno de los elementos más destacados del proyecto es la construcción de una rampa-mirador de madera, de casi 150 metros, que conecta el paseo con el antiguo estribo del puente. Esta pieza urbana contemporánea, reversible y de gran valor paisajístico, mejora la accesibilidad y la percepción visual del conjunto.

Además, el uso de pavimentos drenantes y la incorporación de cargadores solares para patinetes subrayan la vocación ecológica del diseño, que pretende no solo recuperar la ribera, sino convertirla en un generador de nuevas ecologías urbanas.