Palazzo del Cinema, Lido de Venecia
Rafael Moneo 

Palazzo del Cinema, Lido de Venecia

Rafael Moneo 


A pesar de la belleza de las playas del Lido, es el irresistible encanto de la enigmática ciudad de Venecia lo que atrae hacia ella a los visitantes de todo el mundo. Por tanto, el edificio que se propone se orienta hacia la ciudad de la laguna en lugar de hacerlo hacia el mar.

Aunque está lejos de Venecia, este edificio debe­ría tener los atributos de un palacio veneciano, lo cual significa, entre otras cosas, poseer esa perma­nente conciencia de la misteriosa presencia de esta ciudad. Hay que subrayar que el Palazzo del Cinema es por encima de todo un lugar de encuentro, un punto de reunión y un mercado. Esto significa que los vestíbulos del edificio pueden entenderse como espacios abiertos; los cafés y los restaurantes, como locales de reuniones; y los despachos de los produc­tores, como puntos de compra-venta.

Desde el lugar de amarre de los barcos, una suave rampa conduce a la gente al interior del edificio bajo la protección de una amplia marquesina colgante que recibirá a la comunidad cinematográfica inter­nacional a su llegada al Lido desde Venecia. Al mismo tiempo, proporcionará cobijo para las lan­chas y los vaporetti que son el medio de transporte hasta el Palazzo. Pero la marquesina no sólo amplia­rá el espacio del café-bar del interior, sino que también transformará la terraza en un espacio muy animado con una extraordinaria posición desde la cual se puede contemplar en su totalidad la ciudad de Venecia.

Un gran vestíbulo-patio dominará el espacio y será su protagonista. La sala mayor, la librería y un pequeño café delimitan este importante elemento arquitectónico que, de hecho, forma el corazón del edificio. El restaurante, los accesos a las salas me­nores, las oficinas, etcétera, se abren al vestíbulo-patio, que se concibe como un marco que exalta la vida social del Festival. No es casual que el acceso a la sala grande se realice desde aquí. Más adelante aparece una amplia zona columnada donde se situa­rán los despachos de los productores. Estos despa­chos se han dejado deliberadamente sin una defini­ción estricta, pues se considera que deberían tener una disposición flexible, capaz de albergar requeri­mientos variables.

El cine grande, con un aforo de 1.800 espectado­res, se empareja con otro mediano con capacidad para 1.200. Como una isla, estos cines flotan en el espacio, garantizando así acceso por todos los lados. El carácter de este elemento arquitectónico trata de reconocer la importancia de la fachada del edificio que da al Lido, si bien se evita una lectura frontal de dicha fachada. Este factor queda enfatizado por la presencia del Hotel Casino Excelsior, que mues­tra toda su preeminencia en el espacio y establece la debida separación entre el Palazzo y el Casino.

Los cines se han diseñado conforme a tipos bien conocidos. La pantalla es el rasgo más importante de un cine, y en ambos casos su presencia explica el orden del espacio. La disposición de los asientos es clara. Pasillos y corredores cumplirán con la normativa italiana, por lo que el diseño adoptado no presenta dificultades aparentes. La contigüidad de los dos cines permite compartir unos bastidores comunes con camerinos y otras dependencias, muy necesarias para los actos que se celebran durante el Festival: entrega de premios, etcétera.

Pero, pese a esta contigüidad, la sección muestra claramente las diferencias entre los dos cines. El más grande, con un acceso diáfano y directo desde el vestíbulo, es obviamente más espacioso que el otro, y se completa con un anfiteatro. Su carácter arquitectónico no se alejará mucho de los clásicos cines de los años veinte y treinta. El cine de tamaño intermedio está más restringido a su geometría re­donda. Se ha pensado con un techo más fragmenta­do, capaz de crear una atmósfera más parecida a una gruta. No tiene anfiteatro, pero una ventana corrida situada en la parte trasera permitirá ver el interior mientras se proyecta la película. Las secciones muestran claramente que ambas salas tienen acceso desde el nivel inferior por medio de unas rampas suaves.

Otra rampa, así como unas escaleras y un ascen­sor, conducirán al público desde el vestíbulo hasta el nivel superior, donde se han agrupado los cines más pequeños solicitados en el programa. Especial cuidado se ha puesto en el diseño del espacio creado entre ellos, que forma zonas para actos sociales. En este primer piso habrá también un café-bar con acceso directo al restaurante abierto sobre la plata­forma de la marquesina. Esta plataforma-terraza es de hecho un elemento clave del proyecto y se con­cibe como un magnífico plano horizontal y suspen­dido desde el cual se divisará el resplandor de Venecia en las noches de verano. A él se confía la creación de la atmósfera necesaria para un Festival de Cine de tan gloriosa historia como el de Venecia...[+]


Cliente Client

Ayuntamiento de Venecia Venice City Hall.

Colaboradores Collaborators

Barry Price, Luis Rojo, Jeff Inaba.