En el campus de Teatinos, al oeste de Málaga, el nuevo Pabellón de Gobierno concentra el rectorado de la Universidad de Málaga, y también una serie de servicios que hasta ahora se encontraban dispersos en diferentes edificios. Así, se añade un paraninfo para 800 personas, además de espacios exteriores que incluyen un amplio jardín, aparcamiento y un pequeño auditorio al aire libre. El proyecto busca una arquitectura sencilla con reminiscencias a los tipos arquitectónicos elementales, de expresión abstracta y contundente. Los dos rotundos volúmenes, de geometrías esenciales y carácter representativo, conversan libremente en un espacio ajardinado, y se presentan a través del uso extensivo y casi exclusivo de un único material: el mármol blanco de origen local.

El Pabellón de Gobierno se articula alrededor de dos patios de vegetación densa. Se trata de espacios exteriores protegidos definidos por su sombra y frescor naturales, a los que vuelcan todas las áreas administrativas. Estos dos patios asumen su carácter representativo e icónico, y mejoran las condiciones ambientales, a la vez que democratizan las relaciones entre distintos usos. El perímetro funciona como una banda gruesa de servicios —escaleras y ascensores, aseos, almacenes y salas de reuniones— liberando áreas de trabajo, abiertas y adaptables a las distintas necesidades, que vuelcan a los patios. El edificio ofrece así largas visuales horizontales, gran capacidad de autoorganización y máxima flexibilidad.

El cuerpo del paraninfo se encaja con naturalidad en la topografía —levemente descendente en sentido norte-sur— para minimizar el impacto de su volumetría y mejorar su comportamiento energético. Se ordena mediante un perímetro de vestíbulos y usos secundarios que rodean la sala principal. El vestíbulo de entrada da acceso a la sala y al palco, y funciona como una prolongación natural de los caminos y espacios exteriores. Al mismo tiempo se conecta al Pabellón de Gobierno mediante una pérgola que define un espacio exterior de carácter ambiguo.

Los espacios libres buscan igualmente adaptarse al terreno. Una red de caminos conecta los distintos accesos y recorre las plantaciones de especies autóctonas mediterráneas, seleccionadas por sus reducidas necesidades hídricas y su bajo mantenimiento. Estas plantaciones forman grupos arbóreos y arbustivos capaces de generar espacios de sombra y descanso. La vegetación y su mantenimiento sostenible siguen técnicas regenerativas que contribuirán a mejorar la fertilidad de los suelos.