El edificio ‘Veles e Vents’ y el nuevo parque adyacente han sido el marco protagonista de las actividades relacionadas con la Copa América 2007, una regata costera de renombre internacional ausente en aguas europeas desde hace 150 años. 

Construidas en tan sólo once meses, las enormes terrazas en movimiento del nuevo pabellón para la Copa América, también conocido como Foredeck, concilia las necesidades funcionales con una imagen escultórica.

La Copa Louis Vuitton, que se inició en abril del 2007, supuso el anticipo de este importante evento deportivo, que daría comienzo dos meses más tarde. El proyecto se llevó a cabo en once meses desde el fallo del concurso en junio de 2005, siendo inaugurado junto con el mencionado parque a tiempo para la celebración de las regatas preliminares, que tuvieron lugar entre mayo y junio del 2006. Su presencia constituyó el eje central de la reorganización del puerto industrial de Valencia, actuando como sede central de los equipos y patrocinadores participantes y como mirador para el público.

El parque, directamente conectado con el ‘Veles et Vents’, está construido sobre un aparcamiento de 15.000 m2. Así mismo, una larga plataforma ocupada por bares, restaurantes y puntos de información, se constituye como prolongación del propio edificio, ofreciendo un lugar público para la observación de los eventos deportivos. Esta terraza elevada se sitúa a lo largo de un nuevo canal, excavado con el propósito de unir el antiguo puerto con el lugar donde se celebraron las regatas. Al norte, un cinturón verde de 100.000 m2 conecta la ciudad de Valencia con el nuevo frente marítimo.

Situado en la entrada del canal de acceso a la dársena del puerto, el edificio extiende sus ingrávidas plataformas de hormigón, apoyadas en cuatro núcleos estructurales, creando privilegiados miradores.

La nueva sede, de 10.000 m2, consta de cuatro plantas de hormigón armado que funcionan como planos horizontales deslizantes y superpuestos, ofreciendo vistas panorámicas y espacios en sombra en el interior. Los forjados en voladizo —el mayor de los cuales alcanza los quince metros de longitud— generan amplias terrazas alrededor del perímetro, hasta el punto de que el sesenta por cien de la superficie son espacios exteriores.

La planta baja sirve como recepción de las áreas VIP, constituidas por el ‘Foredeck Club’, un restaurante, un centro de wellness y estancias para el equipo de gestión de la Copa América, Louis Vuitton y el Consorcio Valencia 2007.

La construcción se llevó a cabo a partir de una reducida paleta de materiales: acero pintado en color blanco para los cantos de los forjados, placas metálicas del mismo color para el cielo raso —con la iluminación embebida—, madera brasileña para los solados de las terrazas y resina blanca para los interiores. Un mobiliario de líneas simples y colores vivos es el contrapunto al blanco dominante y permite diferenciar las diversas áreas funcionales.