El Museo Atelier Audemars Piguet se encuentra en el complejo de fabricación histórico de la conocida empresa relojera en Le Brassus. El proyecto debía simbolizar el espíritu innovador de la marca —que ha conseguido mantener su autonomía y continúa siendo una empresa familiar—, así como integrarse en el paisaje cultural del valle de Joux. El edificio se articula a través de un itinerario expositivo que recorre la historia y el proceso de elaboración de los relojes y enhebra las distintas partes del programa en una secuencia continua. Esta idea se materializa en una doble espiral semienterrada que describe un gesto a la vez provocativo y sutil, funcional y escultórico.

En 2017, BIG recibió el encargo de proyectar junto al museo un hotel para la misma compañía. El diseño mantiene la idea del recorrido como leitmotiv, pero en este caso el programa se fragmenta en varios volúmenes dispuestos en pendiente, vinculados interiormente por un corredor continuo, y en el exterior mediante una rampa transitable en forma de zigzag que comunica directamente con varias pistas de esquí. En el alzado se alternan los forjados escalonados de las habitaciones, que se sitúan en una cota superior a la del paseo público al aire libre, y los de las zonas comunes, que aprovechan el espacio bajo la rampa.