Maison Hermès, Tokio

Renzo Piano Building Workshop 


El grupo francés Hermès escogió el abigarrado distrito de Ginza, en el corazón de Tokio, para instalar su sede central asiática, que contaría con 6.000 metros cuadrados dedicados a espacio comercial, talleres, oficinas, zonas de exposición y multimedia, y por encima de todo ello un jardín francés. Este proyecto constituyó un desafío tanto estético como técnico. ¿Cómo levantar un edificio estandarte en el interior de la diversidad arquitectónica de Tokio que cumpliera las estrictas ordenanzas antisísmicas japonesas? La idea de una ‘linterna mágica’ iluminando Ginza, inspirada en aquellas que tradicionalmente colgaban a las puertas de las casas japonesas, se impuso con rapidez.

Con 13 plantas de altura (tres de ellas subterráneas), el edificio tiene una longitud de 45 metros y una anchura de 11. En el centro del edificio se abre una pequeña plaza que deja sitio a la entrada principal y que da acceso con una escalera mecánica integrada en el proyecto a una estación de metro que se encuentra dos niveles por debajo.

Sus fachadas están formadas por bloques de pavés de 45x45 centímetros, especialmente diseñados, con los que se ha tejido un ‘velo de cristal’ que compone una pantalla continua y luminosa entre la serenidad de los espacios interiores y el ajetreo continuo de la ciudad. Estas piezas se diseñaron ex profeso, pues debían cumplir estrictas condiciones de resistencia al fuego y mantener su integridad en caso de terremoto. La alternancia entre el día y la noche, el cambio en la luz y la transparencia producen unos efectos plásticos que continuamente modifican su aspecto, dejando más recorrido a la imaginación que a la certeza y consiguiendo una fachada de gran refinamiento. La atmósfera creada confiere un carácter tanto tradicional como tecnológico al edificio.

El innovador sistema antisísmico está inspirado en los tradicionales templos sintoístas, organizados en torno a un gran mástil central del que se suspenden los pisos, lo que les ha permitido resistir los frecuentes terremotos padecidos a lo largo de su historia. En este caso, una estrecha crujía de rígidos pórticos metálicos conforma el núcleo fijo, del que cuelgan los forjados en voladizo. La línea central de pilares se empotra en la cimentación, mientras que la más interna se apoya sobre un material viscoelástico que amortigua las sacudidas. El edificio entero puede moverse durante los terremotos, de acuerdo con desplazamientos preestablecidos que se distribuyen por todos los elementos estructurales del edificio. De esta manera no sólo se mantiene la integridad de la estructura, sino también la de las redes de instalaciones.


Cliente Client
Hermès Japón

Arquitectos Architects
Renzo Piano Building Workshop; P. Vincent, (socio responsable senior partner in charge); Rena Dumas Architecture Intérieure (arquitectos asociados associated architects)

Colaboradores Collaborators
L. Couton (con with) G. Ducci, P. Hendier, S.Ishida (socio senior partner), F. La Rivière (y and) C. Kuntz; C. Colson, Y. Kyrkos (maquetas models); Takenaka Corporation Design Department (arquitectos consultores consulting executive architect) Consultores Consultants Ove Arup & Partners (estructura e instalaciones structure and services); Syllabus (control de costes cost control); Delphi (acústica acoustics); Ph. Almon (iluminación lighting); R. Labeyrie (audiovisuales audio/video equipment); K. Tanaka (paisajismo landscape); Atelier 10/N. Takata (normativa code research); ArchiNova Associates (dirección de obra site supervision); S. Shingu (escultura sculpture)

Fotos Photos
Michel Denancé