Escuelas universitarias, Huelva

Carrascal-Fernandez de la Puente arquitectos 


En torno a las nuevas trazas del campus del Carmen, entre las avenidas de Andalucía y de las Fuerzas Armadas —esta última conducía tradicionalmente hasta los antiguos pabellones del Cuartel del Carmen, hoy rehabilitados para la actividad docente—, se van sucediendo los diversos edificios de la Universidad de Huelva. La ampliación reciente del complejo educativo prolonga el campus hasta el borde mismo de la autovía, confiriendo al volumen que allí se levanta —y que ha de albergar las escuelas de Trabajo Social y Relaciones Laborales—el carácter de un edificio frontera.

La dimensión del prisma responde al programa y a su posición fronteriza en el campus, cuyo perímetro contribuye a cerrar; los paños de vidrio de la fachada a la autopista son un contrapunto luminoso a la rotundidad volumétrica.

Buscando un orden frente al paisaje incierto de bloques de viviendas en U del otro lado de la nueva vía de acceso a la ciudad, el gigantesco prisma lineal se parapeta tras un muro de hormigón —que con un talud verde hacia la carretera aleja el molesto ruido que ésta genera— para emerger diez metros más atrás de forma serena y transparente. Su fachada de seis plantas, que es en este punto la ‘cara’ de toda la Universidad, proclama a través de un gran plano de vidrio a triple altura el carácter abierto de la institución. Dividida en bandas horizontales que alternan cristal y chapa grecada de aluminio dentro del profundo marco de hormigón que conforman las pantallas laterales, este amplio ventanal sortea la vía rápida haciendo suyo el skyline de los edificios de la otra margen, en un reflejo que se torna más evocador al atardecer; en el interior, el vidrio encierra un pasillo de triple altura que por medio de los perfiles verticales exentos, la chapa metálica que recubre los paramentos y los corredores superiores a modo de balcones, posee la impronta de una calle cubierta, rítmica y larga.

Sección fachada noroeste, plantas inferiores

Deprimido respecto a la vía rápida, el edificio queda conectado con ella mediante una pasarela, aunque minimiza la presencia del tráfico reflejando el perfil de las viviendas que se levantan en la otra orilla.

Hacia el interior del campus, este gran bloque que alberga el vestíbulo y áreas de acceso, los despachos y los departamentos constituye el telón de fondo de la pequeña ciudad que configuran las piezas restantes. La presencia de las dos escuelas se traduce en cuatro volúmenes independientes que se maclan con el cuerpo principal a lo largo de sus más de 250 metros de recorrido. Los dos aularios ocupan la parte central, transformando una pequeña parcela de campus en un patio ajardinado con fachadas singulares: una gran celosía grecada, una pantalla de vidrio y un lienzo de lamas de aluminio abrazan un ámbito pensado para la lectura reposada. Completando el programa, una pieza de dos plantas alberga la biblioteca y la sala de lectura en un extremo, mientras que en el otro, el salón de actos y la cafetería rompen la ortogonalidad componiendo, con su fachada de lamas verticales de hormigón, un filtro entre el verde exterior y el vestíbulo.

Hacia el interior del campus la escala se torna más doméstica, fragmentada en distintas piezas; una celosía grecada, una pantalla de vidrio y otra de lamas delimitan un jardín.


Cliente Client

Universidad de Huelva

Arquitectos Architects

Fernando Carrascal, José María de la Puente 

Colaboradores Collaborators

Silvana Rodrigues, Javier Valdivieso (arquitectos architects); José Manuel Rodríguez, Rafael Rivera (aparejadores quantity surveyors); Joaquín Díaz (delineación drawings)

Consultores Consultants

Hotic, Calconsa (estructura structure); Gadian (instalaciones mechanical engineering)

Contratista Contractor

Ferrovial Agroman

Fotos Photos

Duccio Malagamba