El nuevo barrio de Franklin está tomando forma en un proceso de renovación al noreste de Mannheim. En el antiguo emplazamiento de una base militar estadounidense se encontraba un edificio escolar. La propuesta de LRO plantea la construcción de dos nuevas edificaciones, un bloque de aulas y un pabellón deportivo, mientras que los edificios existentes se reutilizan para completar los servicios educativos de la escuela.

Los nuevos edificios compactos generan espacios abiertos y parcialmente protegidos. Además, la cubierta del pabellón deportivo, parcialmente enterrado, se convierte en un espacio exterior que funciona como área de descanso.

Ambas construcciones están realizadas con una estructura híbrida de madera y materiales naturales, como el aislamiento de celulosa y madera. Estos materiales, junto con sistemas de construcción energéticamente eficientes, contribuyen a la sostenibilidad del proyecto. La fachada de madera ventilada, con acabado colorido, es uno de los elementos más destacados.

Las dieciséis aulas se disponen en hileras de casas de madera individuales, cada una con su propio tejado a cuatro aguas y un tragaluz para maximizar la entrada de luz natural. Las paredes y techos, realizados con paneles de madera laminada prefabricados y sin tratar, se dejan a la vista.

El patio escolar presenta un montículo con vegetación, rodeado por una pista de patinaje serpenteante. Debajo de este se encuentra un sistema que permite filtrar el agua de lluvia al subsuelo. Además, las aulas cuentan con un sistema de ventilación eficiente y un sistema fotovoltaico complementa la energía obtenida de la red local de calefacción urbana.