Desarrollado por un promotor privado, el proyecto se enmarca dentro de la política de la ciudad de Rennes de favorecer la construcción de edificios con la etiqueta francesa de Alta Calidad Medioambiental (HQE). El objetivo es construir un modelo de ‘edificio verde’, potencialmente reproducible y con unos costes razonables. Así, el punto de partida del proyecto es la aplicación de criterios ecológicos para el diseño de vivienda colectiva: incorporación del paisaje, utilización de medidas energéticas de ahorro pasivo, y flexibilidad de uso.

Las 104 viviendas que incluye el programa están agrupadas en tres bloques lineales que aprovechan al máximo la orientación sur. Entre los edificios, densa vegetación de hoja caduca protege las fachadas del excesivo soleamiento en verano, permitiendo el paso de la radiación solar en invierno. Todas las unidades tienen doble orientación: grandes cubos de vidrio —verandas abiertas o cerradas dependiendo de las estaciones— atrapan el calor en la fachada sur y lo canalizan hacia la fachada norte. La disposición de estos cubos dentro de los apartamentos varía, dando lugar a diferentes configuraciones y a distintos tipos de vivienda. Como los pétalos en las flores, los huecos en la fachada se disponen alrededor de los cubos de vidrio... [+]