En los últimos veinte años, el crecimiento económico de China ha dado lugar a un desarrollo urbano desmesurado protagonizado por las migraciones del campo a la ciudad. A pesar de su gran tamaño, la mayoría de los nuevos distritos son monótonos, carecen de individualidad y dependen exclusivamente de materias primas y recursos externos. China Hills es un proyecto visionario que imagina cómo podrían evolucionar estas ciudades con el objetivo de inspirar la planificación urbana del futuro y estimular las reformas sociales. La gran densidad de población requiere edificios en altura y programas mixtos; sin embargo, la tipología actual de torres bloquea el acceso de la luz hasta el nivel del suelo, impidiendo la producción de energía y el cultivo de alimentos sobre el terreno.

Con el objetivo de ampliar la superficie expuesta al sol, el proyecto plantea ampliar cada forjado de forma escalonada, generando rascacielos más abiertos, atractivos y habitables. Por su parte, el espacio interior se horada con grutas gigantes para alojar los programas que necesitan menos luz. El resultado es una nueva forma de cordillera habitada, donde la individualidad se combina con las responsabilidades colectivas; y donde la arquitectura y el urbanismo se mezclan con el paisaje en una experiencia continua.