La propuesta de la firma de Rotterdam MVRDV ha resultado ganadora del concurso para levantar la nueva biblioteca central para Wuhan, que con 140.000 metros cuadrados busca convertirse en una de las bibliotecas más grandes de China. El edificio se abre para mostrar la actividad interior, entre terrazas escalonadas de libros, invitando a los transeúntes a entrar.
El diseño está basado en la geografía de la ciudad. El río Yangtsé y su afluente más largo, el Hanjiang, atraviesan Wuhan, que cuenta además con el lago urbano más grande de China, el Donghu, el cual ocupa una cuarta parte su área urbana. El proyecto es una composición escultórica de formas fluidas, tanto en el exterior como en el interior, que a su vez hace referencia a las diferentes alturas de las construcciones circundantes y rascacielos.
La fachada del edificio incorpora lamas en un patrón similar a una estantería, las cuales se concentran en los frentes que necesitan mayor protección solar. El zócalo está retranqueado para crear amplios voladizos que proporcionan sombra. Además de combinar elementos pasivos e inteligentes para reducir las demandas energéticas del edificio, se incorporan paneles solares en la cubierta.