Con el fin de garantizar el crecimiento dentro del sector y mantener las áreas de investigación y desarrollo cruciales en Suiza, Trafag trasladó su sede a una zona industrial situada entre la autopista y las vías del tren. La proporción alargada del solar estableció la orientación y volumetría del edificio, que se divide en cinco franjas: acceso y entrega, sala y producción, jardín y descanso, y, por último, oficinas y administración. El conjunto se concibió, además, para poder duplicar su superficie en el futuro sin tener que variar el esquema espacial. En cuanto a la circulación, las oficinas y la zona de producción permanecen separadas; mientras que las áreas de investigación, desarrollo y producción se conectan mediante pasarelas y escaleras de geometrías irregulares que se convierten en el elemento central del patio. Un jardín que actúa como amortiguador con el exterior, permite la entrada de luz natural y se convierte en el centro simbólico de la operación. Al exterior, el volumen se envuelve con una piel plegada compuesta por placas de aluminio perforado que lo dotan de una apariencia uniforme, sólo interrumpida por los accesos. A nivel funcional, la envoltura cumple dos funciones: protege de la vista el departamento de investigación, y por otro, actúa como una jaula de Faraday, fundamental para la producción...[+]