En el límite entre el Campus de Tagongers y el núcleo urbano de Valencia, el Centre d’Idiomes actúa como charnela entre estos dos tejidos reservando un amplio espacio en la zona oeste de la parcela que funciona como vestíbulo abierto del complejo universitario. El edificio está compuesto por dos piezas rectangulares dispuestas de forma paralela y enlazadas por una franja longitudinal de distribución. El carácter desigual de cada una de ellas se refleja en la materialidad de sus fachadas, construidas respectivamente con lamas de madera y chapa de acero.

El bloque de levante se concibe como un volumen hermético que alberga los espacios de servicio y las comunicaciones verticales. Tras un velo de chapa microperforada de acero galvanizado, las ventanas se distribuyen de forma libre, con el tamaño óptimo para cada estancia. Como si fuera una tela que se mueve con el viento, la membrana metálica se ondula de forma rítmica generando una geometría que, al ser atravesada por la luz, da lugar a un amplio espectro de brillos y texturas con matices que cambian a lo largo del día. Por su parte, el bloque de poniente acoge los principales espacios de formación y su fachada se hace eco de la distribución de los mismos. Un entramado de madera de Cedro Rojo de Canadá modula la luz de las diferentes salas, alternando lamas practicables en las aulas y celosías horizontales en los espacios comunes.

El programa no se limita al aprendizaje básico de una lengua sino que la escuela se concibe como un lugar de intercambio de experiencias. Por ello, el edificio se esponja reservando espacios entre las aulas con pequeño jardín que regula la temperatura y tamiza la iluminación, creando un ambiente propicio para las conversaciones informales. Además, gracias a que se trata de un sistema modular, estos espacios intermedios pueden transformarse en aulas totalmente acondicionadas con una intervención mínima que sustituya los paneles de fachada. En el sótano se sitúan tres piezas importantes del programa, el salón de actos y dos salas multiusos, enlazadas por un vestíbulo que se ilumina mediante un patio inglés.

Desde el punto de vista medioambiental, el edificio cuenta con un novedoso sistema de climatización integrado en las vigas, que distribuye agua caliente o fría en función de la temperatura exterior. Este sistema, junto con las luminarias de alto rendimiento, la producción de energía mediante la cogeneración, la regulación lumínica por sondas y la doble piel de fachada, consiguen que el conjunto obtenga una calificación energética A.