Centro de empresas y oficina técnica en Conil
Manuel Narváez- Tipo Comercial / Oficina
- Material Ladrillo
- Fecha 1999
- Ciudad Conil de la Frontera (Cádiz)
- País España
- Fotógrafo Fernando Alda
El Ayuntamiento de Conil de la Frontera y la Cámara de Comercio de Cádiz firmaron un convenio con el objetivo de fomentar la creación de nuevas empresas en la localidad y apoyar su posterior desarrollo. Como materialización de dicho acuerdo se ha construido el Centro de Empresas de Servicios en unos terrenos de propiedad municipal situados en La Atalaya, una urbanización a la andaluza como tantas otras que pueblan el sur de la comunidad. Ha sido precisamente en el contraste con el tipo de edificación circundante donde se ha buscado proponer una alternativa a aquellas construcciones pretendidamente tradicionales que degeneran en una repetición seriada de clichés antiguos —comisas, rejas, arcos, azulejos, etcétera— , y que no son otra cosa que un escenario anacrónico y de cartón piedra para la realidad contemporánea. Respetando y conservando lo vernáculo, se ha buscado una arquitectura actual que sea además de su tiempo, superando esa idea de Andalucía impuesta con el turismo como punto de mira.
Una de las intenciones del centro de empresas es promover la innovación. Y así, para el edificio se ha buscado una imagen que produzca el mismo efecto en su implantación. Las fachadas no quieren ser sólo muros con ventanas, sino pieles cambiantes que resuelven el aislamiento térmico, la protección frente al viento y los fuertes rayos de sol —molestos en espacios de oficina— , permitiendo la creación de espacios claros en el interior. Los muros, de fábrica de ladrillo, conforman interiores de luces pequeñas. La iluminación indirecta, introducida a través de los patios perimetrales y de los lucernarios de la cubierta, complementa la sensación espacial de desahogo que permiten las dobles alturas en el vestíbulo y en la sala de reuniones. Toda la fachada principal aparece perforada con celdas cuyos alféizares producen un juego de sombras que cambia a lo largo del día, proporcionando a ese plano vertical una tercera dimensión. En el envés de este panal, la malla de luz y penumbra consigue espacios tamizados que invitan al sosiego.
La Oficina Técnica Municipal se ubica en un solar asimismo propiedad del Ayuntamiento de Conil, en el que se encontraba la antigua oficina de turismo. Tras la demolición del edificio existente y la regularización del trazado, la esquina queda cosida al viario del casco urbano y se abre al consistorio. Este punto de partida es el único parámetro de regularidad que confluye en el lugar: la alineación con la calle de la Virgen. La geometría interna surge de la intersección de dicha directriz con tres ejes; dos de ellos se ordenan por las medianeras sobre las que se apoyan, mientras que el tercero queda definido por la nueva normativa como la alineación oficial a la calle Padre Ramírez. Su oblicuidad crea una trama no ortogonal de pilares que remite a la racionalidad antaño presente en el trazado de esta calle.
La aparición de rasgaduras verticales en sección y la utilización del color blanco en los paramentos favorece la introducción de luz natural a través de dos patios longitudinales paralelos: uno de ellos separa el edificio de la medianera, y otro filtra visual y espacialmente la calle y reduce el número de elementos compositivos en fachada. Con el fin de subrayar el carácter público del edificio, lo macizo adquiere protagonismo frente al hueco. Un ventanal horizontal, que corresponde a la sala de usos múltiples situada en el sótano, marca el límite del zócalo que, con diferente textura, regulariza horizontalmente el cambio de cota debido al desnivel de la calle.
A modo de recordatorio formal del patio existente en la edificación demolida aparece un vestíbulo descubierto que permite separar la nueva construcción de la linde sur y mejorar la entrada de luz del mediodía en esta medianera. Dos elementos esculturales de vidrio adosados a la fachada en el ensanchamiento de la acera contribuyen a la iluminación nocturna del lugar. De nuevo aquí, ciertos elementos comunes y tradicionales se reinterpretan y combinan para definir una arquitectura sin tiempo y de su tiempo, que se mire y se vea...[+]