Casa Roser, Sant Privat de Bas
RCR Arquitectes 

Casa Roser, Sant Privat de Bas

RCR Arquitectes 


Sin intentar acercarse a la arquitectura de materiales toscos y formas explícitamente domésticas de la región, la casa Roser se levanta en la localidad gerundense de Sant Privat como un cuerpo abstracto que reivindica su autonomía formal frente al paisaje y el contexto, pero estableciendo vínculos físicos y visuales con ambos. El muro de contención que salva el desnivel entre el jardín y la calle guía el recorrido de aproximación a la vivienda, hasta llegar al patio excavado en el terreno que concentra el acceso de vehículos y peatones.

La calle, el jardín y el campo constituyen los tres argumentos de este proyecto doméstico, que distribuye su programa en tres alturas para establecer relaciones específicas con el exterior: la casa se vuelca a la calle en el nivel de acceso, disfruta del jardín al sol en la planta intermedia y mira al paisaje lejano desde el piso superior. Las condiciones específicas de cada uno de estos vínculos visuales determinan la organización de las estancias al interior. Así, el carácter introvertido del zócalo llevó a localizar en él las dependencias más utilitarias, como el garaje o el almacén. Buscando un estrecho contacto con el jardín y la piscina, la cocina, el lavadero, el salón y los dormitorios de los hijos se dispusieron en el nivel intermedio, reservándose la intimidad de la planta alta para el dormitorio principal, un baño adicional y el estudio. Como espina dorsal del proyecto, la caja de la escalera ordena a su alrededor los servicios y las circulaciones, iluminando los rincones más recónditos de las plantas inferiores desde un ventanal situado en su parte alta. A través de la estantería que constituye uno de sus límites, el estudio participa de este vacío bañado de luz.

Subrayando con su hermetismo la vocación escultórica de la construcción, los alzados concentran todas las aperturas necesarias en huecos únicos que hacen explícitas las relaciones de cada planta con el entorno. Una pantalla de lajas de piedra caliza, sustentadas por un entramado metálico con un perfil parecido al normalmente utilizado para las ventanas correderas, filtra la luz y el aire a través de las juntas entre piezas para preservar hacia la calle la privacidad de los dormitorios de la planta intermedia. El porche profundo abierto junto a la piscina pone de manifiesto el vínculo de la fachada sur con el jardín, mientras el gran ventanal que ilumina la escalera domina el frente oeste, comunicando el estudio con la terraza situada entre el último piso y la parte superior de la parcela. Distante y compacta, la casa surge desde el propio terreno, renunciando en su abstracción a apropiarse de las formas caprichosas de la topografía o la vegetación…[+]


Clientes Clients
Joan Descamps & Roser Ginebreda 

Arquitectos Architects
Rafel Aranda, Carme Pigem, Ramón Vilalta 

Colaboradores Collaborators
M. Subiras; P. Rifà (aparejador quantity surveyor)

Consultores Consultants
A. Blázquez, Ll. Guanter (estructura structure

Fotos Photos
Eugeni Pons