Con un presupuesto limitado para su construcción, esta vivienda está diseña para atender las necesidades de dos personas, seis gatos y seis perros. Alex comparte hábitos y preferencias por los espacios elevados y aislados como los felinos de la casa, mientras que Lurdes prefiere el espacio fluido y vivo del jardín, al igual que los caninos. Por este motivo, la vivienda presenta una serie de cubiertas conectadas y aisladas, como espacios de contemplación, y una planta baja abierta y dinámica, que ofrece diferentes configuraciones. La casa incorpora una red de saneamiento con reutilización de aguas pluviales y grises, estrategias pasivas para el control climático y el uso de energías renovables. Una vez acabada la construcción se restaura la parcela con la rica biodiversidad paisajística autóctona, la flora silvestre y plantas aromáticas, que requieren un mínimo mantenimiento.

Fotos: AFAB (Aitor Frías Sánchez y Joaquín Perailes Santiago)