La vanguardia catalana tuvo como elemento catalizador la fundación en 1951 del Grupo R, propiciado por las visitas de Bruno Zevi y de Alvar Aalto a Barcelona, y que recoge en parte el ideario del GATEPAC de preguerra. Como miembro fundador e ideólogo del grupo, Sostres abogó por el Movimiento Moderno como el auténtico estilo de su época, encontrándose en su obra continuas referencias a pioneros de la vanguardia racionalista. A una primera época pirenaica en la Cerdaña, todavía entroncada en el regionalismo, siguió un conjunto de casas de inspiración mediterránea en las que su personal adaptación del lenguaje moderno adquiere protagonismo estilístico y formal. Entre todas destaca la casa Moratiel por el grado de abstracción y pureza conceptual.

Ubicada en una parcela urbana estrecha y alargada, su frente ofrece dos muros ciegos de distinta coloración que enmarcan la entrada casi axial. Como en una imaginaria balanza de pesos y contrapesos visuales, se equilibran un cuerpo macizo que vuela sobre el garaje con otro retranqueado que apoya sobre un talud de césped. El programa se distribuye de modo que la franja de dormitorios y la zona de cocina-office, que mira a un patio secundario, dejan entre sí las áreas comunitarias y de circulaciones, ambas iluminadas por un patio interior cubierto por una pérgola de lamas que no llega a romper el carácter compacto de la planta central. A lo largo del recorrido de entrada se suceden una serie de pantallas y diafragmas transversales que permiten entrever la terraza que se insinúa al fondo. La visera de hormigón que sobrevuela el estar sugiere una segunda piel virtual que protege del sol de mediodía y fomenta la permeabilidad entre el interior y el exterior. Este juego perceptivo genera una serie de transparencias parciales matizadas por la modulación de las carpinterías que produce una gran fluidez espacial.

Por una escalera alineada con el alero del salón se sube a la azotea, donde al prisma transparente y liviano del estudio se contrapone el cilindro opaco y rotundo de la caja de escaleras. Una barandilla de tubo de acero bordea la zona transitable y dibuja una tenue línea que subraya los volúmenes principales de la planta baja. Debido a razones económicas, no fue posible independizar la estructura portante puntual de los elementos de cerramiento, lo que llevó a una solución de compromiso entre pilares laminados y muros de carga, estructura mixta que soporta la placa de hormigón armado de la cubierta...[+]