A las afueras de Estocolmo se ha construido este estrecho y alargado paralelepípedo de dos niveles que aloja una vivienda unifamiliar. Debido su disposición en el sitio, colocada de forma perpendicular a la entrada de la parcela, la casa se experimenta casi exclusivamente en un ángulo frontal, dotándola de una apariencia abstracta como si se tratara de un muro o de una línea habitada. La escasa profundidad del volumen permite la entrada de luz desde diferentes orientaciones, un efecto reforzado gracias a las dobles alturas que, además, proporcionan visiones diagonales del interior. El movimiento a través de la casa se caracteriza por atajos visuales, espacios y actividades que se superponen. La entrada, aseos, cocina, y escaleras conforman una banda de servicios que permite liberar el resto de la planta baja para acoger las funciones más públicas. Mientras, las zonas más privadas se organizan en la planta superior. A nivel constructivo, la estructura se realizó en hormigón in situ, que sólo permanece expuesto en la marquesina de entrada, un voladizo de apenas siete centímetros de espesor. Por su parte, la envolvente exterior está formada por paneles de madera contrachapada de 18mm teñidos de negro (600/900/1200x900 mm), montados sobre una subestructura de listones de madera pino (50x150 mm)...[+]