Esta pequeña casa de vacaciones proyectada por los arquitectos Tham & Videgård se sitúa sobre un estratégico promontorio de la isla de Krokholmen, muy cerca de Estocolmo, y se abre, por un lado, a un bosque de coníferas y, por el otro, a unas impresionantes vistas sobre el mar abierto. Esta relación con el entorno determina la organización de la casa: mientras que los dormitorios y el aseo se agrupan para disfrutar de la atmósfera silente del bosque, la pieza de estar y cocina, organizada en torno a una chimenea, se proyecta hacia el exterior a través de un gran ventanal que enmarca de manera eficaz las vistas sobre el mar. Lo más característico de la casa es su sección curvilínea, que evoca tanto al interior como al exterior la idea de una tienda o dosel, y cuya condición háptica y amable se refuerza gracias al material empleado: la madera de cedro.