En el nordeste de la capital bávara, en el borde occidental del Jardín Inglés de Múnich, la Casa K continúa con la tipología habitual del barrio de pequeñas villas urbanas, edificadas en su mayoría durante el siglo XVIII. El proyecto reinterpreta este tipo de construcciones y combina un variado programa que abarca desde las oficinas de los niveles inferiores hasta el apartamento de los dos últimos pisos o el ático pied-à-terre de la azotea. La distribución de cada planta se adapta a su función, dando lugar a estancias muy diversas dentro de un único y cohesionado volumen. La fachada principal continúa con las proporciones y composiciones clásicas, mientras que el carácter de los distintos espacios interiores se manifiesta en los alzados laterales y traseros, que rompen la simetría con formas escultóricas y curvas. La envolvente, construida por una colorida mampostería vidriada, refuerza esta sorprendente sincronía entre rigor formal y desenfado lúdico, y si desde la distancia se perciben como dos franjas horizontales, que evocan la morfología de las construcciones tradicionales con un basamento claramente diferenciado; desde una posición más cercana estas manchas uniformes de color se disuelven para revelar el pixelado juego de esmaltes de distintas tonalidades...[+]