Las antiguas oficinas de la empresa inmobiliaria GSW, una torre construida a finales de los años cincuenta, se completan con un conjunto de cuatro volúmenes que dialogan con la superposición de estratos del entorno y evidencian las distintas etapas de la historia urbana de la capital alemana. De este modo, el zócalo suavemente curvado remite a la altura de los edificios del siglo XVIII y restituye el espacio público de la calle. Sobre este se erige una esbelta pantalla que reconoce el urbanismo desarrollado durante los años de la posguerra, en los que se edificaron prominentes torres en yuxtaposición al plano histórico. Como contrapunto compositivo, el basamento se completa con un cuerpo de mayor altura que alude a los Mietskasernen, bloques de vivienda obrera fruto del rápido crecimiento de Berlín durante el siglo XIX. Además de la integración en el contexto otro de los aspectos fundamentales del proyecto fueron las estrategias climáticas —que lo convertirían en un influyente modelo de las ‘arquitecturas ecológicas’ desarrolladas en el siglo XXI—, entre las que destaca su fachada oeste: una envolvente cinética que altera su composición cromática, según la hora del día y la estación del año, y participa activamente del control higrotémico del edificio...[+]