La vía Francígena fue una importante ruta de peregrinaje, utilizada desde el siglo xi hasta el xv para llegar del norte de Europa a Roma, ya que conectaba la ciudad inglesa de Canterbury con la plaza de San Pedro del Vaticano. Sobre este histórico itinerario, a su paso por las onduladas colinas de Parma, la nueva construcción se sitúa en la base de una torre defensiva promovida por la familia Pallavicino para gobernar la región en nombre de los emperadores germánicos. La zona también cuenta con un particular valor paisajístico, al disfrutar de una vista panorámica despejada que abarca desde el valle del Po y los Alpes hasta los Apeninos.

El proyecto parte de la decisión de conservar, restaurar y poner en valor la torre existente, sobre la que se articula el resto de la vivienda. La casa se desarrolla así en forma de L y se fragmenta en distintas alturas para construir un patio interior, donde destaca una escultura de aire clásico. El acceso se realiza por el ala este con una gran escalinata que conduce al nivel del jardín, en donde se distribuye todo el programa doméstico. Las estancias del alzado sur, y parte del oeste, quedan protegidas por un amplio porche que antecede a la piscina. La elección del material también busca el diálogo con el torreón, utilizando en todas sus fachadas el ladrillo visto…