Cuidadosamente implantada en la ladera meridional de una colina a través de un sistema aterrazado de plataformas y muretes, esta vivienda, con un gran cuerpo comunitario a triple altura a modo de torre abrazado por un cuerpo más bajo en L de espacios compartimentados, evoca en el observador cualquier otra tipología antes que la doméstica. Fortaleza, capilla rural, parador o restaurante parecerían a primera vista los usos más adecuados para sus volúmenes rotundos y el ritmo monumental de sus huecos verticales. Emplazada en el entorno urbano de Cene, en la región de Bérgamo, su imagen estilo Secession llevaría a confundirla con un edificio público. Agotado el debate de las tipologías, la cuestión no es, sin embargo, el que una casa no parezca una casa, sino la contradicción inherente entre, por una parte, la voluntad de integración en el paisaje y en el contexto —enunciada expresamente por los autores y reflejada en el uso de la mampostería local y la referencia a la tipología regional de torres conocida como ‘roccolo bergamasco’— y, por otra, el también deliberado monumentalismo compositivo, no justificado por un uso colectivo. En esto, el edificio incurre en una de las tendencias de esa corriente de la arquitectura con la que entronca, cuyos referentes más claros serían Louis Kahn o Mario Botta y la escuela de Ticino.

Conocidos sobre todo como diseñadores —en especial el trabajo de Citterio para la prestigiosa firma de mobiliario Vitra—, Citterio y Dwan ya habían demostrado, en alguna de sus no muy numerosas obras arquitectónicas, como la fábrica Antonio Fusco, su afinidad con esta corriente, aunque también habían dado pruebas de la misma versatilidad estilística que caracteriza sus productos de diseño industrial en obras como la vivienda experimental japonesa de Kumamoto (véase Arquitectura Viva 16), o la propia fábrica para Vitra en Neuenburg. Sin embargo, el elemento común a todas estas realizaciones es su rigor en el planteamiento programático, la tendencia a la separación de funciones, la atención a los detalles y la prioridad otorgada a los aspectos constructivos.

Son esos aspectos los que otorgan toda su capacidad de convicción a esta vivienda, y compensan la artificiosa solemnidad de su imagen: desde la impecable resolución del encuentro con el terreno y la clara relación de los diferentes espacios entre sí, hasta el perfecto aparejo de la piedra y el diseño de las barandillas, las puertas y el complejo mecanismo de oscurecimiento de los huecos, todo en el proyecto refleja la voluntad de crear un producto duradero, bien articulado y de potente materialidad...[+]