El paisaje cambiante del Delta del Ebro está definido por los ciclos de producción del arroz, pasando de ser una llanura de tierra a un espejo de agua durante la época de inundación de los campos, para luego transformarse en un intenso verde con el crecimiento de las plantas de arroz. En este entorno único se rehabilitó una pequeña construcción vernácula para acoger una vivienda unifamiliar. La propiedad original contaba, además, con una era en la parte trasera. Estos espacios tradicionalmente cumplían una función agrícola: eran superficies firmes donde se trabajaba el cereal y se separaba el grano de la paja y eran superficies libres de barro que alojaban múltiples funciones, tanto de trabajo como de ocio. Como respuesta a estos condicionantes, la planta baja se asienta sobre una plataforma concebida como una extensión de la era. Esta se desarrolla en dos niveles, tanto en el exterior como en el interior de la casa, contribuyendo a asentar la construcción en el entorno natural y profundizando la continuidad entre el interior y el exterior, reforzada tras la apertura de grandes huecos. Esta plataforma queda delimitada por una alberca y una línea de pilares paralela a la fachada que sirve de base para una pérgola vegetal, generando zonas de sombra en las que disfrutar del aire libre...[+]