El encargo consistió en la transformación de una masía tradicional catalana en la región del Ampurdán. El conjunto estaba formado por un edificio principal al que, a lo largo de los años, se le adosaron construcciones auxiliares que dieron pie a un laberinto interior lúgubre y compartimentado. La intervención persiguió dotar de dignidad a todos los espacios de la masía y convertir una infraestructura optimizada para la producción agrícola en un lugar destinado al ocio y el descanso. Para ello, se demolieron tabiques innecesarios, y esponjó el volumen original aprovechando un patio existente situado en la planta baja, y se abrió un nuevo patio, generoso, donde se inserta una piscina. Este patio permite iluminar y ventilar adecuadamente las estancias más perjudicadas de la vieja construcción, y adquiere una función importante como distribuidor central. El trabajo de limpieza y apertura se complementa con una intervención cuidada sobre los materiales. Se mantiene solo la estructura muraria principal y se eliminaron los elementos superfluos, generando un fondo neutro con textura de piedra en el que emergen volúmenes, revestidos con cerámica esmaltada tradicional local, que actúan como hilo conductor de la intervención, y que acompañan al habitante en espacios concebidos para trabajar, comer, descansar, leer o nadar...[+]