Casa Elipse, Tokio

Masaki Endoh  Mashiro Ikeda 


Toda una gama de artefactos varios dan forma a la ciudad de Tokio, desde autopistas atravesando el centro de la metrópoli hasta aparcamientos en altura, tiendas bajo las líneas de tren o torres que albergan karaokes. En esta jungla urbana, las viviendas tienden a buscar su acomodo en base a dos requerimientos: un mínimo de metros cuadrados sobre el que situar espacios esenciales, y un mínimo de luz con la que iluminarlos. En Shibuya, uno de los distritos del centro urbano que más ajetreo diurno y vida nocturna posee (las luces de neón invaden las calles), el cliente quiso levantar un edificio para dos viviendas con una premisa doble: conseguir una casa apacible que no negase, sin embargo, el agresivo ambiente exterior que la rodea.

El resultado vino de la mano del sistema constructivo empleado, que determina asimismo su forma final. Colocados a lo largo de una órbita elíptica horizontal, veinticuatro anillos verticales, también elípticos, conforman la armadura del volumen como un cuerpo de rotación. Según la variación entre los ejes mayor y menor de cada elipse, la casa adapta su forma de acuerdo a los requerimientos exteriores o las estancias interiores. Relacionando la secuencia de anillos, un material poco convencional, polímero de fibra reforzado, genera el cerramiento. Su resistencia al agua, sus propiedades frente al fuego —fundamentales en un país habituado a los terremotos— y sobre todo la posibilidad de moldear cada pieza a voluntad, se demostraron óptimas para envolver la estructura. Las piezas se pintaron de blanco, lo que unido a un ensamblaje en el que las líneas de cosido apenas se aprecian, proporciona al volumen la impronta de un globo atrapado entre los edificios de la gran urbe.

Dos pequeñas puertas recortadas en las caras este y oeste conducen, desde el nivel de la calle, al interior de sendos apartamentos. Uno de ellos ocupa las plantas segunda y tercera además del sótano, en el que se ha instalado un pequeño taller. El otro hace uso de las plantas baja y primera. Arrancando desde una azotea al aire libre —ganada en la parte más alta a modo de cráter—, una escalera de caracol atraviesa el globo de arriba abajo, llevando la luz cenital hasta cocinas y baños en el círculo más próximo. Pequeños huecos convencionales y una ventana corrida taladran puntualmente el globo para iluminar el interior de las estancias.

Un constructor de acuarios y una factoría especializada en la producción de silos —en la que se cortaron con láser los aros de hierro de la osamenta— colaboraron en la tarea de hacer realidad esta singular vivienda para una selva urbana... [+]


Arquitectos Architects 

Masaki Endoh, Masahiro Ikeda 

Contratista Contractor 

Ahagon-gumi Co, Masaki Ahagon, Satoru Yamada 

Fotos Photos

Hiro Sakaguchi