Alvar Aalto construyó la casa de verano de Muuratsalo tras superar un largo periodo de depresión, que comenzó en el año 1949 con la muerte de su primera esposa, Aino Marsio-Aalto. En 1952, durante la construcción del Ayuntamiento de Säynätsalo conoció a Elsa Mäkiniemi (posteriormente Elissa Aalto), una joven asistente encargada de la supervisión de las obras que se convirtió en su segunda mujer. En los trayectos que realizaban en barco para las visitas de obra encontraron el lugar perfecto para veranear, una parcela de cinco hectáreas propiedad de la firma Ahlström Oy, uno de los principales clientes del arquitecto.

Situado a unos treinta minutos del Club Náutico de Säynätsalo, el emplazamiento se ubicaba sobre la cresta granítica de un saliente en la costa boscosa de la isla de Muuratsalo, tan sólo accesible desde el lago Paijanne. Para las travesías, Aalto diseñó una pequeña embarcación, en la que experimentó con varias clases de madera apropiadas para la construcción naval. La curvatura del casco de la motora, bautizada como Nemo propheta in patria (nadie es profeta en su tierra), se calculó para facilitar su atraque en las orillas poco profundas de la isla... [+]