Plano de situación

Este centro cultural, cuyo proceso de construcción se ha desarrollado de forma muy lenta y fraccionada en múltiples fases, está situado en un municipio de escasa consolidación, como es habitual en este tipo de hábitat rural disperso de Galicia, y se plantea como un elemento capaz de organizar su tejido urbano a través de la creación de un espacio público. La construcción del mismo ha estado ligada al proceso de transformación en un eje importante, dentro de la villa, de la carretera a la que da frente. La casa de la cultura se ofrece como un elemento dinamizador de la conversión de esta zona rústica en un espacio de carácter urbano.

Secuencia de plantas

Así, el edificio trasciende su función meramente cultural y se presenta en gran medida como una obra pública y como un espacio aglutinante de la dinámica social. Junto a los espacios cerrados, ordenados y articulados del edificio propiamente dicho (sala de exposiciones, salón de actos y biblioteca), se configura el espacio exterior abierto, a modo de plaza y campo para la fiesta. Cobra así tanta importancia el vacío como lo construido. En el edificio así planteado, la fachada pierde su importancia como imagen global lejana y se diluye en el juego de huecos y transparencias que provoca la proximidad. Los arces que se han plantado en tomo a este vacío mineral contribuirán al mejor entendimiento de este espacio.

Sección transversal por la biblioteca

Alzado suroeste

Alzado noroeste

Detalle de la sección transversal

La ubicación de cada función y recinto se ha realizado atendiendo a su accesibilidad rodada y peatonal y a su conexión con la calle, las vistas y los recintos públicos interiores. La situación en lo alto de la biblioteca, desde la que se puede contemplar el mar, permite al mismo tiempo afirmar su orden en el conjunto y ofrecer las condiciones de luz y tranquilidad adecuadas a su función. El espacio que une y enlaza todas las dependencias interiores del edificio integra del mismo modo los espacios abiertos, a modo de un puente acristalado. Este espacio indeterminado está destinado a acoger todo tipo de actos y encuentros, con la voluntad de convertirse en un lugar vivo y cambiante.

La intención de ligar el edificio al espacio vacío ha llevado a realizar muros, pilares y vigas en hormigón tratado con chorro de arena. Para el chapado de los cerramientos exteriores se ha elegido piedra artificial; el pavimento en los espacios exteriores está resuelto con losetas de hormigón, mientras que en el interior es de gres. La tarima de roble para las escaleras de la biblioteca, la carpintería de aluminio lacado, los tableros de aglomerado pintado y las cubiertas de placa ondulada completan la selección de materiales.