Ca’n Terra es la casa de la tierra. El fruto que brinda la naturaleza a modo de espacio encontrado, que requiere labranza y cultivo para dotarlo con lo doméstico. Si la historia de la civilización ha evolucionado transformando las ideas en materia, en Ca’n Terra se invierte el proceso, la historia pasa a ser arquitectura. El espacio hallado tiene lógica industrial como antigua cantera de piedra de Marés, potencial artístico como caverna sublime tallada a mano y naturaleza mineral como extracto del paisaje rocoso de la isla de Menorca.

La materia dada se traduce en datos digitales mediante la lectura arquitectónica de este hallazgo geológico. Vestidos como exploradores, equipados con tecnologías que les permitiera ver en la oscuridad, lanzaron millones de puntos láser sobre las arrugas de la superficie rocosa para registrar con precisión milimétrica la sólida estructura que quedó lista para ser desbastada, pulida y habitada. Detrás del escaneo, el ojo del arquitecto dirigió, interpretó y creó el espacio de nuevo. Frente a una acción impositiva que muchas veces la arquitectura ejerce sobre el medio, proponen un viaje al interior de la materia. Por eso el hallazgo se considera una nueva obra, destinada esta vez a la habitación contemplativa de la naturaleza...[+][+]