Cabina de transformadores
Morger & Degelo 

Cabina de transformadores

Morger & Degelo 


Dentro de la iniciativa emprendida para dotar a sus edificios meramente funcionales de un perfil característico, la compañía de ferrocarriles suizos convocó un concurso para el diseño de un prototipo que albergara los transformadores eléctricos y la maquinaria de señalización, susceptible de ser adaptado con ligeras variaciones a estaciones de distinto tamaño. Ante la naturaleza estrictamente utilitaria del encargo, se empezó por distribuir el programa de acuerdo con las recomendaciones de la normativa, dando lugar a dos grupos de ámbitos de necesidades energéticas distintas. Por un lado, la central de señalización y telecomunicaciones, en la que la cantidad de calor que desprende la maquinaria hace necesario tomar medidas para mantener la temperatura adecuada en verano; y por otro, el conjunto formado por la entrada, el cuarto de transformadores, la sala de baterías y la instalación de baja tensión, que corren el peligro de enfriarse en exceso cuando en invierno las temperaturas descienden. Para minimizar la necesidad de instalaciones de climatización, el esfuerzo del proyecto se concentró en la definición de la envolvente. La tecnología sofisticada que regula el tráfico ferroviario se ubica así dentro de una caja simple y autónoma capaz de cumplir grandes requisitos de seguridad con medios casi arcaicos.

Tras estudiar diversas soluciones para el cerramiento, se adoptó la de mayor inercia térmica. Un contenedor tipo se define así a partir de elementos prefabricados de sesenta centímetros de espesor y realizados en hormigón armado, cuya cavidad interior se rellena de arena o se deja vacía en función del grado de aislamiento térmico deseado. Este escudo masivo reparte las oscilaciones térmicas a lo largo de varios días y permite mantener la temperatura constante incluso en la sala de señalización y telecomunicaciones, con tan sólo recurrir a la ventilación nocturna en los días más calurosos. Con el mismo principio constructivo se realizan los módulos de la cubierta, de 1,2 metros de altura, que se rellenan con la tierra procedente de la excavación de los cimientos, que podrá restituir el perfil del terreno si el edificio se derruye. La cubierta vegetal contribuye igualmente a regular la temperatura, por evaporación de la humedad en los días cálidos y como masa aislante en los días fríos. El tinte verdoso incorporado a la masa del hormigón y los lucernarios prismáticos que sobresalen en la cubierta para iluminar el interior confieren al edificio la imagen característica que la empresa de ferrocarriles buscaba, para que estos elementos se recuerden como parte del paisaje al concluir el viaje en tren...[+]


Cliente Client
SSB

Arquitectos Architects
Meinrad Morger, Heinrich Degelo 

Consultores Consultants
Aerni & Aerni (ingeniería engineering); Waldhauser Haustechnik (instalaciones mechanical engineering)

Contratista Contractor
Bernasconi

Fotos Photos
Ruedi Walti