Situado en el nudo ferroviario de Zurich-Herdern, este hangar permitirá, por sus dimensiones, el mantenimiento de los futuros trenes intercity de la red suiza, de dos alturas y hasta 400 metros de longitud.

La función del edificio determina su volumetría regular y compacta. Está formado por la extrusión de una sección rectangular iluminada homogéneamente gracias a los lucernarios integrados en la cubierta, y construida con pórticos estructurales de acero dispuestos a intervalos regulares de manera que generan una trama geométrica seriada. Sobre esta trama se dispone una envolvente grisácea y rotunda, casi hermética, que sólo rompe longitudinalmente un hueco corrido cercano al suelo, y que se ha construido con paneles de revestimiento con junta seca.

Moldeados con un patrón orgánico y tridimensional, estos paneles son piezas pefrabricadas de hormigón armado reforzado con fibra de vidrio. A partir de los cuatro metros de altura de fachada, la sección de los paneles va incrementándose progresivamente hasta alcanzar la línea de coronación del edificio, dando lugar a la inquietante sensación de que el muro exterior se desploma.

Los paneles, de 15 milímetros de espesor, se apoyan sobre rastreles de madera engarzados en una estructura de perfiles de acero de 140 milímetros de sección. El trasdós se completa con una lámina impermeabilizante y una capa de aislamiento térmico de lana mineral cuyo espesor oscila entre los 60 y los 140 milímetros, todo ello acabado en el interior con un revestimiento de chapa metálica.