Bodega Las Niñas, Santa Cruz
Mathias Klotz 

Bodega Las Niñas, Santa Cruz

Mathias Klotz 


El valle de Colchagua, a unos 175 kilómetros al sur de Santiago, se ha convertido, con sus fértiles tierras y su clima templado, en una de las zonas de mayor producción vinícola de Chile. La bodega ‘Las Niñas’ es fruto del en-cargo de una sociedad francesa radicada en Perpignan, que ha elegido este enclave para producir parte de sus caldos, y se levanta en los terrenos de una finca rectangular de 55 hectáreas prácticamente plana, con pendientes pronunciadas sólo en torno a un cerro de unos 300 metros de altura que se encuentra en su límite norte. El edificio se ubica en el extremo más próximo a la carretera para evitar las laderas y facilitar las labores de carga y descarga, y se orienta paralelo al camino, mostrando hacia éste su fachada sur, la más permeable visualmente. De este modo quedan a la vista instalaciones de notable interés estético, como los estanques de acero inoxidable. Además de mostrar aquellos aspectos del proceso de producción que merece la pena ver, el proyecto pretende que el edificio se mimetice durante el día con su entorno, y que funcione como re-clamo luminoso al atardecer y por la noche.

El programa se descompone en una sala de embotellado y almacenamiento, otras dos que albergan las cubas de acero inoxidable y las barricas de madera, y una zona con laboratorios y oficinas, todo ello materializado como una serie de cajas de diferentes tamaños y materiales, que se relacionan entre sí procurando que las divisiones entre espacios sean las menos posibles. Así, el volumen principal, de 76 x 27 metros, está ocupado por las cubas metálicas y el almacén; y a él se adosa otro prisma de 20 x 20 metros donde el vino envejece en barricas de madera. Por su parte, el cuerpo de laboratorio y oficinas es una caja de menor tamaño dentro de la mayor de las cajas.

Exteriormente, la fachada sur de la nave principal es un muro continuo formado por planchas de policarbonato verticales de 12 metros de altura, que facilitan la entrada de luz al interior durante el día y transforman la bodega en lámpara durante la noche. La norte en cambio se protege con una doble piel: la más externa está constituida por un faldón de tablillas horizontales que se descuelga desde la parte superior y forma una celosía de madera con estrechas rendijas; y la segunda, que cierra el volumen tras la celosía y deja un espacio de separación entre ambas para producir una corriente de aire ascendente entre ambas superficies, está constituida por planchas de acero galvanizado en la parte superior, y en la inferior por una ventana corrida de policarbonato de 2,7 metros de altura, en paños de dos metros de ancho entre los pilares estructurales. El volumen que alberga la cava de barricas es de hormigón visto y ciego hacia el exterior, tiene un revestimiento interior a base de gaviones y un ventanal corrido (también de 2,7 metros de altura) en el muro de contacto con la nave mayor, que permite tanto el paso de luz natural como el intercambio visual. La estructura es metálica excepto en la cava de barricas, que es de hormigón. Se han utilizado pilares empotrados de diferentes tipos y cada seis metros para las dos fachadas principales, de modo que respondan mejor a sus respectivos revestimientos. Para ajustarse a un presupuesto exiguo, el proyecto es extremadamente sencillo tanto en su esquema de funcionamiento como en los materiales utilizados...[+]


Obra
Bodega Las Niñas, Viñedo del Nuevo Mundo, Santa Cruz. 

Arquitecto
Mathias Klotz. 

Colaboradores
Liliana Silva, Marco Beovic. 

Consultores
Enzo Valladares, Ramón Goldsack, Sandro Caiozzi, Diógenes Valdenegro, Patricio Pasache. 

Contratista
Quezada y Boetsch. 

Fotos
Alberto Piovano.