Situada en primera línea de costa en la ciudad de Sunny Isles Beach, en Florida, Jade Signature es una torre anclada en el paisaje y en el entorno construido de su alrededor. El proyecto conecta la calle con la entrada, el vestíbulo se abre hacia la piscina, y ésta a su vez se sitúa directamente en la playa. La disposición subterránea del aparcamiento confiere a la torre una fuerte relación con su entorno, algo que contrasta con los típicos zócalos de aparcamiento que forman una barrera entre la ciudad y la playa. En su lugar, Jade Signature toma la relación con el paisaje como razón de ser del proyecto.

La torre tiene una forma global discreta que busca maximizar el soleamiento del entorno. La planta resultante es un paralelogramo que permite que el sol del oeste se extienda sobre la playa. Además, el volumen presenta un perfil ahusado que se estrecha en las fachadas este y oeste. La reducción del fondo construido permite, en las viviendas superiores, incrementar la conexión visual entre las dos orientaciones de las viviendas pasantes del interior, mientras que, en la base, supone un aumento del área para establecer más viviendas en proximidad con la playa.

El exterior de Jade es una expresión directa de la estructura de las unidades residenciales. Por un lado, los vuelos de los forjados articulan cada nivel y extienden el área de uso con grandes terrazas, que suman un 30 % de la superficie total. Por otro lado, los muros que van de este a oeste definen estancias con vistas simultáneas sobre ambos horizontes. Estos muros están adaptados a su posición particular entre apartamentos, dormitorios o entre las profundas terrazas. En conjunto, los forjados y los muros expresan la variedad de tipos de vivienda en el edificio, a la vez que definen la textura de las fachadas.

Los apartamentos, pasantes entre fachadas, presentan una óptima ventilación natural, permitiendo así que cada usuario pueda enfriar la casa de una manera medioambiental y económicamente responsable. Además, los largos voladizos de los forjados proporcionan sombra, algo que, bajo el sol tropical, consigue minimizar las ganancias térmicas.

La base de la torre nace de un jardín con una piscina, y los muros y columnas llegan directamente al suelo. El vestíbulo, un restaurante, un spa y otro programa comunitario se sitúan en un volumen sinuoso que serpentea entre la estructura y que forma una zona de recogida para los coches hacia el oeste y un pabellón en la playa hacia el este. La forma ondulante de los tres niveles inferiores conecta la torre con las geometrías orgánicas del paisaje de su alrededor y crea, además, espacios íntimos para la comunidad abiertos hacia las vistas sobre la piscina y la playa.