La academia infantil Chipakata se ha levantado en un población rural situada a más de cien kilómetros de Lusaka, la ciudad más grande de Zambia, con el propósito de atender a una población dispersa que hasta el momento de la construcción del edificio tenía que desplazarse cada día a la escuela más cercana, a unos siete kilómetros. Se trata de una dotación destinada a niños de entre uno y siete años, y que consta de aulas, un pabellón comunitario, una oficina y las viviendas de los maestros. Tipológicamente, la escuela rompe con la organización en hilera, separando las aulas para colocar entre ellas zonas de juego y comunitarias sombreadas por una gran cubierta metálica. Desde el punto de vista bioclimático, esta organización permite combatir las condiciones del clima cálido local, no sólo gracias a la protección solar que procura la cubierta, sino a la generosa ventilación natural que se produce bajo ella. Por lo demás, todos los materiales son locales, y el conjunto se ha construido con la participación de la comunidad... 
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