Vivir en el paisaje, las casas de Mallorca

Rafael Moneo 
30/06/2018


El número 5 de Zodiac, publicado en la primavera de 1960, nos hizo ver que no había sido un golpe de fortuna el concurso de la Ópera de Sídney y que Jørn Utzon era un arquitecto a cuyo trabajo había que estar atento. Obras como el depósito de agua en la isla de Bornholm o las Kingo Houses en Helsingør, proyectos como el crematorio, el complejo de Elineberg, el Langelinie Pavilion o el Banco Melli en Teherán, mostraban una flexibilidad y una sencillez que poco tenían que ver ni con la búsqueda de nuevos lenguajes ni con la servidumbre y respeto a la ortodoxia establecidos por las vanguardias. Había en ellas una frescura y una falta de prejuicios que atraían con fuerza, dando al personaje una dimensión heroica a cuya capacidad de seducción era difícil sustraerse y todavía aún menos si se tenía en cuenta el compromiso adquirido con un proyecto como la Ópera de Sídney... [+]


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