Hay quien sostiene que las sucesivas bienales de arquitectura constituyen un resumen de la producción española. Desde un transitorio puesto de observación como director de la VII Bienal, puedo afirmar que nada hay de cierto en esa afirmación. Los edificios presentados a la misma no son la regla sino la excepción, no son muestra, sino anomalía respecto a la producción general de la arquitectura española.

Tras esa montaña de vulgaridad y falta de interés por la arquitectura —y por la calidad en general— que constituye la gran mayoría de lo construido en España, se encuentra siempre, a diferencia de otros países, la figura de un arquitecto. Cierto es que en la producción de la arquitectura y la ciudad existe un importante componente colectivo y que la falta de exigencia de calidad atañe a muchos sectores, pero la responsabilidad directa de nuestra profesión no puede ocultarse tras esa pantalla... [+]