Los arquitectos de los edificios laureados en la VII Bienal de Arquitectura Española pasan más tiempo fuera de España que en ella. Víctor López Cotelo, que ha construido unas viviendas compostelanas a partir de los restos de una vaquería, es catedrático de Proyectos en Múnich; y Alejandro Zaera, cuya ópera prima premiada es la terminal de Yokohama, reside en Londres y se ha hecho cargo de la dirección del Instituto Berlage en Rotterdam.

Perteneciente a una generación que en la década de 1980 consolidó la imagen de la arquitectura española contemporánea, el autor de las viviendas gallegas muestra en este proyecto los rasgos más significativos de esa imagen: entendimiento del lugar, capacidad de diálogo con lo existente, competencia en el manejo de los recursos constructivos disponibles y sobriedad expresiva. Por su parte, formado entre la Escuela de Madrid y la Architectural Association londinense, el ganador en 1996 del concurso para la construcción de un gigantesco muelle en el puerto de la tercera ciudad de Japón ha logrado materializar el sueño de muchos estudiantes y jóvenes profesionales: plantear un proyecto audaz y tener la oportunidad de construirlo... [+]