Eduardo Souto de Moura
Segundo arquitecto portugués en recibir el Premio Pritzker —el primero fue su mentor Álvaro Siza, en 1992—, Eduardo Souto de Moura inició su carrera profesional en solitario en 1980 —año del proyecto del Mercado Municipal de Carandá en Braga, que reformaría de forma integral veinte años después—, desarrollando un lenguaje tan inconfundiblemente moderno como sensible a las tradiciones locales del norte de Portugal, donde se concentra la mayor parte de su obra. Autor de numerosas viviendas de inspiración miesiana y de importantes edificios públicos como el rehabilitado monasterio de Santa María de Bouro en Amares (1987), o el complejo de oficinas Burgo en Oporto (1997), Souto de Moura dio un salto de escala con el Estadio Municipal de Braga (2003), una monumental construcción de hormigón armado asentada en una antigua cantera de granito, que llamó la atención tanto por la claridad de su diseño como por su audacia estructural. Su trayectoria se internacionalizaría a partir de este momento, y recientemente ha finalizado obras en países como Bélgica, Suiza o España. Los números