La condición artesanal de sus edificios y su búsqueda del equilibrio entre la tradición y la modernidad han sido las razones esgrimidas por el jurado de la Fundación Hyatt (del que forman parte, entre otros, Glenn Murcutt y Juhani Pallasmaa) para conceder, de un modo inesperado, el Premio Pritzker 2012 al chino Wang Shu, que, junto a su esposa Lu Wenyu, dirige el Amateur Architecture Studio, con base en Hangzhou, no lejos de Shanghái, área en la que han desarrollado su obra.
Nacido en 1963 en Urumqi, en la región de Xinjuang, Wang Shu ha construido a lo largo de la última década edificios caracterizados por el uso de materiales reciclados y por su arraigo en la tradición constructiva local, algunos tan destacados como el Museo de Historia de Ningbo (véase AV Monografías 139) o el Campus de Xiangshan (véase AV Monografías 150).
Tras I. M. Pei, Wang Shu es el segundo chino en conseguir el Pritzker, que le será entregado el 25 de mayo en una ceremonia que, por primera vez en la historia del galardón, se celebrará en Pekín, un hecho que puede interpretarse como un simbólico gesto de apoyo a la arquitectura china emergente.