En un mundo ‘líquido’, definido por el cambio y los acontecimientos mediáticos, la arquitectura de Eduardo Souto de Moura ha ido cristalizándose en una improbable solidez. Esto ha ocurrido en un doble sentido: consolidando sus formas en la constante reiteración de los temas y poniendo en alza los valores de la propia construcción sólida. Considerándola desde el punto de vista interno, siempre ha habido, sin embargo, en la arquitectura de Souto espacio para disidencias o actos de sabotaje. Desde la perspectiva externa, por el contrario, la previsibilidad de su arquitectura ha sido un bálsamo para muchos, particularmente en Portugal, donde constituyó una especie de salvoconducto para salir de una vez del posmodernismo...