Visiones urbanas es un renovado ‘manual’, tan intencionado como flexible, y estructurado como una serie de ensayos temáticos que destacan episodios de los últimos cincuenta años, decisivos a la hora de dar forma a la ciudad y a los paisajes urbanos contemporáneos.
Rafael Moneo describe en el acertado prólogo del libro que «la intencionada selección que de argumentos y autores han hecho los editores renuncia a presentar una visión unitaria y homogénea de lo que ha sido el urbanismo desde que se consolidó como disciplina, insinuando así, con la propia estructura del libro, la tesis que en él subyace: cómo la cultura del plan ha ido dejando paso a otras formas de urbanismo».Ya hace tiempo que Bohigas escribió sobre la ‘Muerte y resurrección del planeamiento urbano’ o Koolhaas sobre ‘¿Qué fue del urbanismo?’. Tras décadas de profecías sobre la muerte de la disciplina, el libro arranca con una pregunta de Peter Hall que invita a encontrar nuevas estrategias para el desarrollo de nuestras ciudades: ¿cómo podemos re-aprender el perdido arte del urbanismo?
Los autores desgranan cómo la ‘cultura del plan’ —se refieren a la práctica urbanística dominante durante la segunda mitad del siglo xx— ha ido dejando paso a otras formas de urbanismo, desde el proyecto urbano o el urbanismo estratégico hasta el urbanismo paisajístico. Es al referirse a este último cuando el libro describe la emergente necesidad de un cambio de paradigma que en el futuro nos debería permitir la construcción de mejores ciudades, que tendrán que disponer de todos los tipos posibles de conectividad, promover la continuidad ecológica y urbana y reforzar el carácter social de las intervenciones. Un conjunto de entornos para vivir, trabajar, estudiar o disfrutar que deberán estar conectados con una serie de espacios productivos en los que se fomente la biodiversidad, la producción de energías sostenibles, la gestión de las aguas, el cultivo de alimentos de proximidad y el ocio de los ciudadanos.