Seattle coronará su downtown con un rascacielos de 361 metros que contendrá 1.080 viviendas en las plantas superiores y oficinas y locales comerciales en el resto. El proyecto, a cargo de la oficina neoyorquina ODA —dirigida por Eran Chen— presenta todos los rasgos convencionales de un edificio de estas características: volumen prismático, fachada modular, programa mixto. Pero presenta también un rasgo del que depende su singularidad icónica: el vacío escultórico que, dispuesto en escalones a media altura del edificio, contiene mobiliario y vegetación y se abre a las vistas hacia al mar mediante cuatro frentes cuyas irregulares formas orgánicas contrastan con el rigor rectilíneo del edificio. Este vacío pretende fomentar la interacción social entre los vecinos del inmueble.