En cuanto a la cuestión sobre qué construir en lugar de las torres [del WTC], el problema es irresoluble, simplemente porque no es posible imaginar nada equivalente que valga la pena destruir, que sea digno de ser destruido... No se puede decir lo mismo de muchas obras arquitectónicas... La mayoría de las cosas ni siquiera merecen la pena ser sacrificadas. Esta proposición no es tan paradójica como suena y plantea una cuestión básica para la arquitectura: sólo se debería construir aquello que, por su excelencia, sea digno de ser destruido.»

J. Baudrillard, Réquiem por las Torres Gemelas 

¿Qué es lo que confiere valor a la arquitectura? Si Baudrillard está en lo cierto, si el prestigio o el valor constituyen un criterio para la destrucción, entonces la Lower Manhattan Development Corporation (LMDC) parece querer cerciorarse de que el World Trade Center no volverá a ser objeto de un ataque destructivo. La cobertura mediática de la pugna por el control del proyecto sugiere un interés renovado por la arquitectura como producto y como símbolo, pero la cuestión del valor —no en dólares sino en el sentido de Baudrillard— sigue sin plantearse...[+]